¿Te has marcado alguna vez metas, objetivos, deseos que no has llegado a cumplir? ¿Quizás has empezado con algo pero no lo terminas? Seguro que alguna vez te has planteado porque sabes la teoría de las cosas pero no las llevas a cabo. Quizás alguna vez te has maltratado comiendo lo que no debes, bebiendo de más o haciendo cosas que no son buenas para tu cuerpo pero las haces. ¿Lo has hecho alguna vez?

Hoy quiero hablarte del compromiso con las cosas, con las personas y con la persona más importante: tú misma y tú mismo.

La palabra compromiso deriva del término latino compromissum y se utiliza para describir a una obligación que se ha contraído o a una palabra ya dada. Por ejemplo: «Mañana a las cinco de la tarde paso por tu casa, es un compromiso». En ocasiones, un compromiso es una promesa o una declaración de principios.

De base esta conotación de obligación no termina de gustarme por lo que voy a cambiar compromiso por entrega. Aunque realmente la semántica nos debería dar igual e ir más al fondo de la cuestión.

¿Entregarse a que o a quien?

Entregarte a ti.  ¿Qué quiere decir entregarte a ti? 

Primero debemos reflexionar o preguntarnos ¿Quienes somos? ¿Nos conocemos? ¿Nos gustamos? y lo más importante, ¿Nos aceptamos?

Seguro que has pasado muchos momentos de tú vida en un diálogo interior cuestionándote cosas que te gustan y que no te gustan de ti. Seguro que has intentado cambiar cosas porque se debe actuar de otra manera. Y yo me pregunto, ¿Quien marca como debemos actuar? ¿Quien dice lo que está bien y que está mal?

Por ejemplo si no te gusta la monotonía, ni las rutinas, ni lo estructurado, ¿Porque tienes que ser estructurado?

¿No crees que sería mejor aceptar como eres y buscar adaptar lo de fuera a lo de dentro?  Reflexionalo un poco, te estoy dando la vuelta a la tortilla. Puedes dedicar esfuerzo y tiempo en cambiar y adaptarte a lo de fuera o bien ir de dentro afuera y que lo de fuera se adapte a lo de dentro. ¿Que chulo sería no? Imaginate viviendo tal como eres, haciendo las cosas que te gustan, con entusiasmo y pasión, ¿Molaría? ¿Es posible?

Yo te puedo decir que tengo multitud de ejemplos de personas que lo han hecho y les va muy bien, son plenos y felices.

Hay una definición muy buena de entrega que habla de «Claridad sin condiciones».

Interesante el concepto sin condiciones. ¿Sueles tener condiciones?  ¿Sueles poner expectativas?

Parece que todo esto nos lleva a una entrega absoluta sin condiciones a lo que somos, ojo lo que somos, no lo que creemos ser. 

Recapitulando un poco hasta aquí hemos apuntado a conocernos, aceptar sin condiciones quienes somos y a marcar el rumbo desde aquí.

Bien pues si marcamos este rumbo te puedo decir que ya tienes gran parte del camino andado porque haciéndolo desde este lugar las cosas que te propongas saldrán ágiles, fáciles y disfrutonas.

Y también toda esta reflexión te va llevar a entender la inteligencia de la vida, porque aceptarte tal como eres sin condiciones también implica aceptar la vida tal como es, a fluir en ella, y a sentir la energía que la mueve y nos mueve, el amor incondicional.

Probablemente tengas que estar muy observador porque tendrás creencias, pensamientos incluso tu propia personalidad te intentará despistar, pero ahí estás tú para entender y saber diferenciar la paja del grano.

Y después, SI, ya entramos en lo que estamos más habituados, a accionar, a acompañar con mecanismos que nos ayuden con nuestro rumbo, con cuestiones que nos hagan remar más rápido.

Aquí podemos hablar ya de motivarnos, de objetivos, de buscar compañeros de viaje, de técnicas, etc.etc.

Te invito a poner esto en práctica, primero a estar dispuesto a ir adentro y profundizar en el rumbo y después a fijar mecanismos que ayuden.

Yo estoy acompañando a muchas personas en este camino porque este es el camino que yo mismo estoy haciendo, se de lo que te hablo. ¿Sabes porque me fascina tanto hacerlo? Porque me nutro. Y tengo cada vez más claridad respecto a que todo está integrado, unido, nuestra bendición espiritual y nuestra belleza racional humana.  A veces caemos en la tentación de separar, de establecer dualidades, es normal, creo que son fases que hay que saborear.

Me encantaría conocer tu visión de este tema, te invito a que dejes comentarios, que te suscribas o que me contactes directamente.

Este paradigma o forma de ver y entender el mundo provoca cambios, transformaciones, cambios y transformaciones que son el mayor bien para la humanidad.

GRACIAS ¡¡¡