La pasada semana tuve el placer se ser invitado a impartir una masterclass para 50 adolescentes en la prestigiosa escuela de negocios ESIC. De entrada el enfoque estaba en unas cuestiones que afectan a muchos jóvenes: no saber el rumbo que tomar, no conocerse bien, no tener capacidad de concentrarse o no atreverse a accionar en la vida.

La exploración estuvo muy muy sabrosa y me fuí con la sensación de haber dejado una semillita germinando.  Tuvimos la oportunidad de explorar, de tener atención plena y también de mover un poco el cuerpo. Por lo que dicen habrá más ya que se fueron muy reflexivos y contentos.

Es muy necesario este tipo de espacios para abrir de par en par la puerta del verdadero ser humano que ellos y todos nosotros tenemos.

Abrir espacio de ESCUCHA, esta escucha es vital en mucho de los problemas que luego se desencadenan.

A nivel familiar esta falta de ESCUCHA, de CONEXIÓN y de ATENCIÓN o tiempo de calidad desemboca en buscar fuera lo que tienen dentro por parte de los adolescentes y para las familias en una lucha y una búsqueda de porqués.

Tengo el honor de acompañar actualmente a una persona de 22 años que ha estado un poco perdido los tres últimos años y ahora se está empezando a comer el mundo, estamos viendo con él que te puedes comer el mundo desde la autenticidad y desde el amor, a veces esta euforia de hacer cosas se hace desde otro lugar, como la ambición, el ego … Todo está bien pero está padre, como dicen mis amigos mexicanos, si habitamos este otro lugar, este lugar te cambia, te transforma y te hace vivir desde tú verdadero ser.

Gracias de corazón a ESIC por la oportunidad de aportar luz en estas edades, es muy muy necesario para el mundo.