Esta semana se impartió un taller de hablar en público con nuevas tecnologías por parte de Rocio Martín. Mil gracias Rocio ¡¡¡
No se decía nada de la edad, ni corto ni perezoso le propuse a Alba, mi hija de 7 años, que me acompañara, no lo dudó, de momento se fía de mi, sabe que cuando propongo algo que no sabe muy bien que es suele disfrutar. Era un jueves normal de diario de 19-21. Nos presentamos en un espacio de coworking. Iba con cierta incertidumbre, ¿Se aburrirá? ¿Nos dirá algo la facilitadora? Mi objetivo es que aprenda otro tipo de valores y habilidades que desgraciadamente faltan en el sistema educativo. El resultado fué extraordinario, sin duda gracias también a Rocío ya que el taller era muy vivo y práctico, también se ve la sensibilidad infantil que tiene. Alba era la primera en salir cuando se pedían voluntarios.
Aprendimos un montón los dos y disfrutamos. Después redondeamos la noche con una super burguer vegana. Todo esto un jueves cualquiera y aunque durmió menos de los habitual este aprendizaje no lo olvidará.
Mi conclusión es que seamos inquietos, que experimentemos, que nos salgamos de la norma, que creamos en nuestros pequeños, podemos aprender muchísimo de ellos, hay mejor manera de compartir, pasarlo bien además de aprender habilidades de desarrollo personal?
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